Por JOSE CARVAJAL
Srio. Gral. CDP-Florida
Insólito. Inadmisible. Imperdonable. La seccional de Miami del Partido de la Liberación Dominicana dio una clara muestra de que no le interesa el presidente Leonel Fernández. Ni siquiera los empleados del consulado dominicano tuvieron la gentileza de acompañar al embajador en Corea, Héctor Galván, en el acto de la puesta en circulación de su libro más reciente: "La Visión del Presidente Leonel Fernández: La República Dominicana hacia el 2030".
La falta de público fue un detonante para que las cinco personas que acudimos al evento comenzáramos a conjeturar, a especular sobre las causas del desplante al embajador. No se le puede llamar de otro modo que desplante a ese engorroso momento que vivió Galván en Miami. Si como autor no hubiera merecido atención, creo que debió imponerse, al menos en sentido común, el hecho de que el libro que vino a presentar trataba sobre el mismísimo Presidente.
Durante la organización de esta actividad, cuya invitación giró a nombre del Colegio Dominicano de Periodistas, seccional de la Florida, expliqué a mi amigo Galván que en vista de su cargo de embajador en Seúl, el CDP-Florida sólo podía colaborar con él en la consecución de un local y yo en presentarle el libro, como él mismo me lo pidió. Y que su gente, o sea el Partido, se encargara de invitar a sus miembros.
Así se dio por sentado que la actividad sería un rotundo éxito, al menos en asistencia. Jamás nadie en su sano juicio hubiera imaginado tanta soledad para un embajador de un gobierno en el Poder, y amigo además de un presidente que aspira reelegirse.
La “picadera”, como suele decirse aquí en el argot comunitario (bandejas repletas de quesos blanco y amarillo, rebanadas de salami enrolladas como puros cubanos, aceitunas, y pequeños sándwiches descorazonados por un palillo) llegó a tiempo gracias a las gestiones de Soulangel Santana. Ella cumplió a carta cabal la orden que le dio su jefe inmediato, el cónsul Manuel Almánzar, antes de éste viajar a Santo Domingo.
Es cierto que el cónsul había informado al propio Galván que no estaría en la actividad por razones personales. Lo que no sabemos es si los demás peledeístas, sobre todo los empleados del consulado, también se ausentaron por “razones personales”, ya que en todo momento a Galván se le aseguró que fueron invitados de manera oficial.
De todos modos la actividad se dio sin mayores inconvenientes. Las cinco personas que estuvimos allí colocamos sillas formando un pequeño círculo y nos abocamos a escuchar al embajador, que al fin y al cabo tiene alma de poeta, y los poetas no necesitan grandes públicos para sentirse triunfadores.
Vestido impecablemente con un traje azul, camisa blanca y una corbata Versace, Galván habló de las condiciones creadas por los dos gobiernos del PLD para que la República Dominicana sustente un marco de desarrollo económico y tecnológico con miras a los próximos 23 años, es decir, hasta 2030, como reza el subtítulo de su libro. También comparó, con la notable inteligencia de quien domina el tema, los puntos de coincidencias entre la visión de Fernández y su homólogo coreano Roh Moo-hyun.
Galván respondió preguntas y mantuvo en todo momento la serenidad de un genuino representante de Estado a pesar de no contar con el público esperado. Pero sus amigos le fallaron. El Partido le falló. La comunidad le falló. Tanta fue su frustración que adelantó para el día siguiente su partida hacia Santo Domingo, donde pasaría las navidades con su familia antes de regresar nuevamente a Seúl.
Datos curiosos: En Seúl, donde no existe una comunidad dominicana propiamente dicha, la presentación de “La Visión del Presidente Leonel Fernández” fue un éxito rotundo la semana anterior y hasta salió ampliamente reseñada en Korea Times, uno de los diarios más importantes de Corea.
En Nueva York también fue un triunfo total a pesar de una nevada que habría impedido que muchos llegaran a la librería donde se puso a circular la obra el día antes que el acto de Miami. Allí estuvieron en primera fila el cónsul Eduardo Selman y el comisionado dominicano de cultura Franklin Gutiérrez.
Creo que el fracaso de la presentación en Miami deja muy mal parado al Partido de la Liberación Dominicana y al equipo que impulsa la reelección del presidente Leonel Fernández para el próximo 16 de mayo. Confieso que me dio vergüenza. Ofrecí todas mis disculpas al embajador Galván; lo hice a nombre de todos, menos de los peledeístas.
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